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ESPECTACULOS
Aragón Expres, 12 de Octubre de 1980
Para el Pilar también sale lo mejor al escenario del
Argensola
Martínez Soria y “La tía de Carlos”
Aunque su sentido del humor Don Francisco Martínez Soria
lo tiene sabiamente demostrado a lo largo de toda su impar
carrera de cómico ilustre, creo que se llevaría el soponcio
padre si uno tuviera la osadía de titular esta crónico del
reestreno de: “La tía de Carlos”, de esta manera: “un
travestí llamado Don Paco” y de poco me serviría la
explicación de que travestirse es vestirse de lo que no es.
Y esto es así desde mucho antes de que el señor Fregoli nos
mostrara en los escenarios su arte impar de transformista,
palabreja que luego habrían de utilizar aquellos “travestís”
si pechos de farmacia, de los años veinte, llamados
cancioneros de español o imitadores de mujeres.
Sirva este preámbulo para decir que “La tía de Carlos”
bien pudiera ser la primera muestra feliz, luego llegarían
otras mas para copiarle únicamente sus defectos, de un
protagonista masculino travestido de anciana. La situación,
entonces, cuando el estreno de la obra de Brandon Thomas en
Londres y en 1882, como ahora y como dentro de cien años, es
disparatada, enredadora y divertida, y ofrece ocasiones
múltiples para que publico e interpretes se lo pasen
fenomenalmente.
Y mas cuando el actor encargado de dar pie al viejo
hallazgo del personaje se llama Paco Martínez Soria, dueño
de todos los recursos hilarantes, inventor de una
naturalidad cómica incopiable, aunque siempre se halla
dedicado a este llamado “genero menor” que para algunos
“entendidos” a sido siempre, el teatro cómico del pueblo que
“solo” tiene la pretensión de divertir.
En su personaje esta sencillamente fabuloso, quitándole
todo equivoco afeminamiento y siendo el regocijo de los
espectadores, con una interpretación sencillamente perfecta,
en la que uno no sabe que admirar más, si su portentosa
naturalidad cómica o la lozanía que el cumplir años va
otorgándole cada vez que se nos presenta para el Pilar, un
poco mas joven que el año anterior. La obra, adaptada a hoy,
del original, a no ser la gracia natural de sus personajes y
las regocijantes situaciones. Los tipos son de hoy y cuanto
pasa en el escenario, bien podría suceder en Zaragoza, en
Badajoz, o en Almería.
Hay que ir al Argensola, pero con tiempo, a ver a Don
Paco, luciendo sus galas de abuelita de un modo que no
sabría hacerlo ningún otro actor cómico del momento. Y con
el, toda su compañía, realiza un trabajo teatral de
autentica categoría. Vayan y se divertirán. Merece la pena,
ya que viendo a este actor, se olvida uno del precio de la
gasolina, del precio del pan, y hasta el precio del propio
teatro.
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TEATRO, 26 de Febrero de 1981
“LA TIA DE CARLOS”
Al cabo de mas de veinte años, Paco Martínez Soria ha
vuelto a Sevilla; el, que sudó lo suyo en la temporada
veraniega popular de teatro cómico de 1940 en el Cervantes y
que aguanto los tiempos de las vacas flacas hasta imponer su
personalidad y volver al San Fernando consagrado como un
actor de peculiares matices, viene ahora con una obra de su
primer repertorio y una forma de hacer que no ha variado un
ápice. Quien lo haya visto entonces tiene hoy ocasión de
reverdecer sus recuerdos con absoluta fidelidad; quienes no
lo hayan vista más que en el cine tiene la oportunidad de
verlo en “Directo”, con esa comunicación que únicamente es
capaz de brindar el teatro.
“La tía de Carlos” es una comedia inglesa finisecular de
enredo, que obtuvo un éxito memorable en su tiempo en razón
de su argumento y por lo goloso que es el personaje
protagonista para todo actor que se quiera lucir. Prueba de
ello es que ha sido encarnado por varios “monstruos” cómicos
de diversos países; ha sido llevada al cine y su argumento
ha sido fuente de la que han bebido numerosos vodevilistas.
Hoy, la obra no posee más interés que el arqueológico, como
muestra de un género que tuvo su esplendor en pasadas
generaciones. Ni aun con la adaptación que le han hecho ha
cambiado su ingenua morfología.
Pero la obra es lo de menos: se pueden perdonar sus
ridículos personajes y su anacrónica estructura. Lo
interesante es la labor de Paco Martínez Soria con sus
típicos efectos, sus desmadres cómicos y su personalísima
mímica, como rieron con el nuestros padres, reímos ahora
nosotros. Así era ese tipo de teatro y así era y sigue
siendo Paco Martínez Soria. No se debe de pedir más. El
calor de los aplausos indicaron el beneplácito del público.
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“LA TIA DE CARLOS” De Brandon Thomas
Teatro La Latina, 12 de Marzo de 1981
Muchas versiones se han hecho de esta comedia desde que,
en 1892, Brandon Thomas la estrenó en Londres. En esta
ocasión, del original únicamente se mantiene la anécdota.
Alberto y Carlos esperan con impaciencia la llegada de la
tía de este último, que viene del Brasil. Quieren
presentársela a sus novias Laura y Ana. Como ya no viene y
su presencia es necesaria, los dos recurren a su amigo
Anacleto, que es actor ambulante. Anacleto se convierte así
en Lucia. Todos congracian con esta vieja un poco extraña, ¡pero
tan cariñosa con las chicas! El padre, Don Servando y el tío
de Alberto, Don Francisco, la hacen la corte. Claro que en
esto influyo “un poco” el saber que es una viuda millonaria.
Los dos pretendientes acechan a la rica brasileña, y
Anacleto-Lucia se vale de ello para que Servando consienta
en la boda de sus dos hijas. La llegada de la verdadera tía
y su secretaria, antigua novia de Anacleto, lo complica todo.
La engañifa ya se ha descubierto. Pero Don Servando, que no
se entero, cree que la brasileña se ahoga en un pozo.
“LA TIA DE CARLOS” De Brandon Thomas
Teatro La Latina, 28 de Abril de 1981
El Teatro La Latina, unos de los más populares y con más
solera de Madrid, en esta su nueva etapa y siguiendo en la
línea de presentar grandes figuras, se enorgullece en
traerles a ustedes al primer actor cómico Paco Martínez
Soria, con una nueva versión de “La tía de Carlos”, original
de Brandon Thomas y que desde su estreno en Londres en 1892,
ha sido una de las piezas más representativas del teatro
cómico mundial.
La tía de Carlos ha sido traducida y adaptada a casi
todos los idiomas, y sigue representándose en muchos países,
siendo a la vez fuente de inspiración para numerosos
autores. En España, por ejemplo, tiene ilustres
descendientes: “la viejecita”, famosa zarzuela; “Doña
Mariquita de mi corazón”, milenaria comedia musical.
El personaje protagonista de esta comedia que ha sido
considerada siempre “piedra de toque” para los más
importantes actores cómicos, exige del interprete un
despliegue total de las facultades propias de un actor
cómico, y en este caso Paco Martínez Soria, le ha dado un
nuevo carácter al personaje central, en su doble faceta de
hombre vestido de mujer, sin caer en el fácil truco del
afeminamiento, haciendo una creación antológica a sumar a
las muchas a que nos tiene acostumbrado.
Esta nueva versión ha respetado en todo lo posible la
base argumental, adaptando situaciones y diálogos al ritmo
actual. Una vez más, la compañía de Paco Martínez Soria solo
pretende una cosa: divertir al público con honestidad y
sencillez.
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