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SU CINE
En el año 1934 graba su primera película como
extra, dirigida por Ignacio F. Iquino, que rodaría con él
hasta el año 1951. Su primera película, Sereno... y tormenta,
fue su primera comedia en blanco y negro. En el año 1935
protagoniza una película del director Juan Faidella titulada
Error judicial. Fue uno de los filmes que en la España de los
años 30 se emprendiesen tras pasos inequívocamente americanos,
en este caso filmado en Barcelona. En ese mismo año
protagoniza con su director Ignacio F. Iquino Al margen de la
ley, una película policíaca, que cuenta el crimen del expreso
de Andalucía, famoso hecho delictivo perpetrado en abril de
1924 durante la dictadura de Primo de Rivera. En el año 1936
rodaba Paco Martínez Soria junto a Pedro Terol unas escenas de
Diego Corrientes en unos estudios Barceloneses cuando un
incesante ruido en las calles cercanas alarmó a actores y
técnicos de esa película. |
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En seguida se percataron de lo que
sucedía: era el 18 de julio de 1936 y había estallado la
Guerra Civil. Paco Martínez Soria, que ni siquiera se cambió
de ropa, vestido de bandolero salió corriendo con su mujer
habiendo de recorrer media Barcelona hacia su casa. Puede que
muchos transeúntes ni siquiera se percataran del vestuario del
actor, preocupados por guarecerse en lugar seguro. En el año
1938 protagoniza un mediometraje cómico titulado: Paquete, el
fotógrafo público número uno. |
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Llegados ya los años 40, y aún lejana su fama
en el cine en el año 1941 protagoniza una comedia hilarante:
El difunto es un vivo, en la cual comparte popularidad junto a
Antonio Vico. Aquí nuestro actor hace de compañero de fatigas
de un coleccionista de animalitos que es despreciado por su
mujer, un Martínez Soria joven y sin dientes pero con ganas de
interpretar, nos empezaría a sorprender en esta hilarante
comedia. En ese mismo año protagoniza Alma de Dios, un
melodrama al gusto de la época basado en un original de Carlos
Arniches e Ignacio F. Iquino. |
En el 42 graba una película
titulada Boda accidentada, una comedia de enredo localizada en
un hotel de moda, que en cierto modo prefigura el género de
vodevil erótico. |
En 1943 grava Viviendo al revés, junto a una
queridísima actriz catalana: Mary Santpere, donde Paco
Martínez Soria ya empezaba a amenazar. En ese mismo año
protagoniza su primer papel cómico en la película titulada Un
enredo de familia, la primera película de Cifesa la cual
proporcionó mucho dinero a la productora. En ese mismo año,
protagoniza de la mano del director Giancarlo Capelli una
comedia titulada Piruetas juveniles, una mediocre película que
tubo poco tirón comercial. En ese mismo año interpreta El
hombre de los muñecos, que trata acerca de la sustitución del
recién nacido retoño de una marquesa por el no menos reciente
bebé de un vendedor de muñecos ambulante. Y también otra
película titulada Deliciosamente tontos, protagonizada por
Alfredo Mayo y una jovencísima Amparito Rivelles. Fue una de
las comedias más célebres de Cifesa. |
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La historia versa sobre el
matrimonio celebrado por poderes entre una pareja que no se
conoce. La decisión parte de un acuerdo entre las familias de
los contrayentes, a fin de disfrutar entre todos de una
herencia dispuesta para tal fin. Naturalmente, al final los
esposos acabaran enamorándose de verdad. |
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No sería hasta el año 1951 cuando
protagonizaría un pequeño papel en el que hace de periodista.
La película era La danza del corazón. Los amores de Elena y
Joaquín, malditos por los padres de ella mientras no concedan
en abandonar la profesión teatral. Era una adaptación de una
novela homónima muy conocida en la época, donde ya Paco
Martínez Soria iba prefigurando la seria amenaza artística en
que se convertiría años después. En ese mismo año protagoniza
Almas en peligro, otra producción del incansable Iquino. Trata
sobre la mejora que un sacerdote logra efectuar en la manera
de ser de dos de los muchachos que a su cuidado están
consignados en el reformatorio. En 1953 regresa con una
película de aventuras titulada La montaña sin ley. El mismo
año protagonizó el film Fantasía española. En este film narra
las peripecias corridas por dos aventureros sin el menor
recurso económico, que forman una compañía de teatro con
aficionados deseosos de conquistar la fama. Sería otro de los
papeles importantes de Paco Martínez Soria, en el film apodado
“el suave”. Entre tanto trabajo escribió una obra de teatro
junto al que sería su amigo, el ya fallecido José Luis Ozores.
La obra se tituló Milagro en Peral de Abajo. |
En 1955 se estrena como guionista e intérprete
en una película-musical titulada Veraneo en España, junto a
Enrique Castellón “El Príncipe Gitano” y su inseparable Mary
Santpere. Y en ese mismo año interpreta en el papel principal
la película El difunto es un vivo: nueva versión que el
infatigable Iquino decidiera rodar de uno de sus más famosos
títulos, pero conformándose con producir y escribir el guión y
confiando la realización a su colaborador Juan LIadó,
fallecido muy poco después del concluirse el rodaje. Según
parece, aquí se empleó por primera vez el “subterfugio”
conocido por “doble versión”, poco después práctica habitual
en el cine español. En el año 1957 regresa de la mano del
director Miguel Iglesias Bonns con una comedia titulada Su
desconsolada esposa. En ese mismo año tenía una propuesta para
cine, pero al final, por causas que se desconocen, no se llegó
a realizar.
La película se llamaría Máximo acertante. Un médico de pueblo muy serio,
en un sanatorio que no tiene ni rayos X, y que no cree en las
quinielas por que piensa que hay trampa, acaba acosado por el
alcalde llenando una sin entender una palabra de fútbol.
Acierta 13 resultados y le caen seis millones. En esta
película interpretaría a tres personajes: el suyo y dos
subconscientes, el bueno y el malo. Total, que el descreído y
escéptico se convierte en un apasionado de esta lotería que
tanto bien hace a los necesitados. |
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En el año 1959 nos sorprende con la que
sería su última película de los 50, una trama policíaca
titulada Sendas marcadas. En un refugio de montaña se ven
obligados a pernoctar un inspector de policía, un carabinero y
el malhechor al que estos han capturado tras accidentada
persecución por carreteras y montes. Aquí asisten al relato de
un pintor también alojado junto a ellos, donde asegura se
enamoró de una mujer que ya había fallecido.
En su cuarta época de cine fue cuando le sobrevino el éxito.
En 1965, de la mano de Pedro Lazaga el que sería su director
hasta 1977 llega a la pantalla su tan aclamada y querida obra
teatral La ciudad no es para mí. Agustín, un viudo que vive en
un pueblo Aragonés paternal y moralista, decide marcharse a la
ciudad, donde reside su hijo. |
Pero al llegar allí vera truncada
su suerte al tener que enfrentarse a los habitantes de la gran
ciudad, fríos, distantes, cínicos y sinvergüenzas. Pero
gracias a su tesón y buen hacer lo deja todo en su sitio que
es donde tiene que estar. Esta película tuvo mucha repercusión
en el cine, y tras el éxito obtiene tales recaudaciones que
deja bastante de lado el teatro. |
En 1967 regresa con otra comedia titulada ¿Qué
hacemos con los hijos? Ésta vez comparte cartel junto a
Mercedes vecino, una de sus actrices favoritas con la que
trabajó en dos películas de los años 40, y que por orden del
guión trabajaría una tercera vez. Antonio, un taxista que
presume de sus hijos por tenerlos bien “colocaos” descubre más
tarde que no es oro todo lo que reluce: el mayor un golfo, la
segunda, llamada “La caoba”, una cantante de antros, el
tercero ni abogado ni nada “maletilla” y la tercera se quiere
casar con un guardia ¡un guardia! lo peor que podía sucederle
a un taxista. En 1968 regresa con: El turismo es un gran
invento. Benito Requejo, alcalde de Valdemorillo del Moncayo,
trastornado por el boom turístico concibe la descabellada idea
de transformar el pueblo en un centro de atracción turístico
“a escala internacional”. Emprende viaje junto al secretario
hasta la Costa del Sol para ver qué es lo que han hecho por
allí y hacerlo igual o mejor en el pueblo. |
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En 1969 nos deleita con Abuelo
made in Spain: El abuelo Marcelino llega a la capital y
soluciona absolutamente todos los problemas de su familia.
Tonto perdido con tanto asfalto y tanta polución y después de
dejar las cosas en “su sitio que es donde deben estar” regresa
al pueblo contento y con la conciencia más tranquila. Un
abuelo al compás de los tiempos, que organiza los mayores
desaguisados por amor a su familia.
En ese mismo año 1969 de la mano de José Luis Sáenz de Heredia
protagoniza ¡Se armó el Belén! Trata sobre los apuros, de un
sacerdote de avanzada edad y más bien chapado a la antigua que esta
para imponer sus personales concepciones a los feligreses de un
suburbio madrileño, donde acaba de ser destinado desde provincias,
el arzobispo le amonesta y le pide que renueve sus métodos. El viejo
cura trata de aplicar en su ambiente lo que ha visto en la parroquia
modelo, desencadenando toda una serie de peripecias. |
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En 1970 de la mano del mismo director de ¡Se
armó el Belén! regresa con una comedia titulada Don erre que
erre En este caso se resiste a cambiar de ideas y no para de
discutir con todo el mundo hasta demostrar que el tiene la
razón, una película sin complejos, sin morbo, sin problemas,
pero enormemente alegre, humana y plena de optimismo. Don erre
que erre, está donde está la razón, machacón, inflexible, Don
erre que erre inventa la línea recta. En 1971 protagoniza una
comedieta a su justo gusto y que ya había protagonizado en el
teatro, titulada La educación de los padres y de un monologo
también titulado ¡Todo sea por los hijos! La película era Hay
que educar a papá. Una divertida comedia rodada en la calle
Toledo en Madrid, y en Canarias. Aquí nuestro incansable
defensor del subdesarrollo devolverá al buen camino a su
descarriado hijo hippie a base de zurriagazos y abrirá los
ojos a su hija, tonta perdida por el aquel de haberse educado
en Inglaterra. Una vez cumplida su sagrada misión, volverá ala
partida de mus con sus amigos. En 1972 protagoniza una
populachera comedia titulada El padre de la criatura. Una
pareja más bien entrada en años que decide vivir lo que ellos
llaman su segunda juventud, para celebrar así el que ella se
haya quedado embarazada. Hay un refrán ingles que dice “cada
cosa a su edad”. Pero él pensaba que aún tenia edad para
muchas cosas, iba camino de ser abuelo pero la cigüeña se
equivocó de dirección. Cuando su mujer le dijo “Eduardo, voy a
ser mamá” tuvo la misma impresión que si le llamaran otra vez
para hacer la mili. En el año 1973 protagoniza El abuelo tiene
un plan. Una solterona y un viudo coinciden en un sanatorio
regentado por un loco doctor, el doctor Bolt, que tiene a la
clientela feliz y contenta con la fórmula: vida sana y mucho
amor. Nuestros héroes recuperan así la alegría de vivir y
dejaran boquiabiertas a sus respectivas familias contrayendo
matrimonio. |
En el año 1974 protagoniza una
divertidísima comedia a sus anchas titulada: El calzonazos. Un
hombre de edad avanzada enteramente dominado por su familia y
hasta por Bautista el mayordomo, es obsequiado por su amigo el
doctor Izquierdo con unas extrañas pastillas. A partir de
entonces él tomará las riendas del hogar. Como siempre Paco
Martínez Soria salvando a su familia del descalabro económico,
efectivo, conyugal, moral y lo que le echen. Diviértase con
las increíbles aventuras de un loco que no esta loco, pero que
esta apunto de volverse loco. ¡Que lo busquen por toda la
ciudad! Se ha escapado de casa vestido de mujer, con un traje
camisero, un abrigo de piel y un bolso de charol. |
En 1975 allá por tierras de Hernán
Cortes (México) protagoniza otra comedia de enredos y hasta de
divorcio: el film El alegre divorciado. El se ensucia
constantemente así que su mujer no hace más que reñirle con lo
cual decide, al llegar a Méjico para asistir a la boda de su
hijo, divorciarse puesto que allí existe el divorcio. ¡Por
fin, Don Ramón Pozuelo se divorcia de Doña Socorro Velilla!
“¡Que la aguante su padre!” dice el alegre divorciado. Un
fenomenal y divertidísimo barullo familiar. El pensaba: “Me
divorcio en Acapulco... ¡y a pasarlo bomba!” pero... no
contaba que su ex-mujer también iba a “vivir su vida”. Era una
señora tan cariñosa que, a pesar de haberse divorciado, cada
vez que veía a su ex-marido le quería echar los brazos al
cuello. ¡La más divertida aventura del más popular de nuestros
cómicos: Paco Martínez Soria! En 1976 protagoniza Estoy hecho
un chaval. Tras enterarse de que volverá a ser padre por
cuarta vez, Juan recibe otra noticia, esta mucho más
desagradable: la empresa piensa prescindir de sus servicios
debido a la edad de Juan. ¿Juan Esteban tiene ya los 65? En la
oficina lo habían jubilado, pero su mujer no: esperaba
gemelos. |
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La tragedia cómica de un
joven de 65 años que no se resigna a ser jubilado. No busque
en los anuncios por palabras ¡no hay empleos para los mayores
de 65 años! Y es lo que el decía “¿Es que los de 65 años no
comemos?” Lo que Juan no sabia es que dentro de poco estaría
inundando de tapetitos a toda Alemania. En 1977 protagoniza la
que sería su última película con Pedro Lazaga titulada Vaya
par de gemelos, ya que en 1979 moría su director. Esta vez
encarna a dos personajes de dispar extracción social,
aristócrata uno, y típico palurdo el otro. Un, dos, tres hijos
naturales... que resulta que son artificiales. ¡Un lío de
padre y muy señor mío! Extraída de su populachera obra de
teatro Guárdame el secreto, Lucas. |
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En 1980 ya en su sexta y ultima etapa del cine
del genial actor, protagoniza una película dirigida por su
también director Mariano Ozores, titulada Es peligroso casarse
a los 60, también extraída de una de sus obras de teatro mas
aplaudidas titulada Te casas a los 60... ¿Y qué? Un solterón
decide casarse a sus sesenta años para procurarse la
descendencia. El hijo no llega, pero sí una hija de 18 años,
fruto de una aventurilla de juventud. Lo peor de todo no es
eso, sino que la joven en cuestión se ha enamorado de un
negro, y por ahí Mariano Requejo, no pasa. Ya en 1981 nos
deleitaría con la que seria su última película titulada: La
tía de Carlos, extraída también de otra de sus aplaudidas
obras de teatro. En su última película contó con otro gran
elenco de actores del cine español. Con objeto de sacar de
problemas a su amigo Carlos, el amable Fermín acepta a
regañadientes fingir ser la tía de Carlos, al recibirse la
noticia de que ella le a legado toda su fortuna y está apunto
de llegar a la ciudad, todo lo cual precipita un encadenado de
equívocos alrededor de los dos amigos y sus familiares. Fue un
sonoro fracaso comercial, la que fuera su ultima película y es
que los gustos del espectador habían evolucionado
sensiblemente. En 1982 quería rodar otra película y reponer
una comedia de Jacinto Benavente, titulada Esa culpa. Don Paco
tenía proyectos para los próximos cuatro años siguientes. |
También se dijo que en 1980 el
veterano actor cómico iba a llegar a un acuerdo con Televisión
Española para gravar cinco o seis obras de su repertorio y
ofrecerlas en directo. |
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