Encima, la moral imperante, que a rajatabla hacía cumplir el gerente de aquel local, instaba a que los caballeros no se despojasen de sus americanas. Los pocos espectadores que acudían a las representaciones sudaban la gota gorda, pero Martínez Soria no desfalleció aguardando a que remitieran aquellos calores. Ya en Septiembre la taquilla se resentía menos, pero entre tanto el actor-empresario no podía pagar a veces la nómina de su compañía ni tampoco la modesta pensión en que se hallaban. Pero poco a poco le irían llegando los éxitos... Paco Martínez Soria se instaló definitivamente en Barcelona, donde siempre gozó de un gran cartel. Sus obras reflejaban un teatro de astracán, antesala de un vodevil ribeteado de equívocos ingenuos, que hacían gracia a espectadores poco exigentes con la trama argumental, y en donde este actor desplegaba todo un abanico de gestos y aspavientos, tan usados por los cómicos de ayer y de infalible resultado, provocando risas continuadas en los espectadores.

En la compañía de Martínez Soria se lucieron otros actores que más tarde seguirían su camino por sí mismos, como son los casos de Antonio Garisa, que se destapó en El sosiego, de José de Lucio, y José Sazatornil "Saza", que lo hizo en Las siete mujeres de Adán. Saza estuvo en su compañía varias temporadas a partir de los años 40. Precisamente fue en 1948 cuando el actor estrenó esta obra junto a "Saza" y la catalana Mary Santpere, la cual constituyó un fabuloso éxito de taquilla, pero no de crítica: Alfredo Marquerie la puso de vuelta y media, juzgando la obra con una agresividad desusada en él, de tal que fue la impresión negativa que le causó. Después de la Guerra Civil, otra de las grandes actrices de nuestro cine trabajó también en la compañía de Martínez Soria: fue Rafaela Aparicio. Estuvo ocho temporadas representado las obras que también catapultarían al genial actor; títulos como: Los habitantes de la casa deshabitada, El abuelo Curro, La tía de Carlos, Mi cocinera y Préstame a tu suegra. Otro gran elenco de actores se sumó a la compañía de Don Paco Martínez Soria, entre ellos cabe destacar: Asunción y José Montijano, Alberto Solá, Amalia Moreno, Luisa Fernanda Gaola, Marujita Ríus, Enrique Ciurano, Manolo Garco, Pedro Hurtado, Maria Carrasco, Isabel Pradas, Vura Serra, Eduardo Martínez, Conchita Del Val ,Germán Algora, Carmen Cervera, Marisol Gabaldón, Vicente San Giovanni, Alfredo Alba, Sebastian Junyet, Maribel Tello, Mercedes  Aguirre, Montserrat Laguna, Nuria Carresi, Manuel Cuebas, Luis Zorita, M.ª Teresa panal, Felipe Valdes y un sinfín de actores que le acompañaron a lo largo de toda su carrera.

Seguimos con su compañía: Paco Martínez Soria tubo siempre un buen elenco con aquellos primeros actores que ejercían de genéricos: Gaspar Campos, Laura Pinillos, Juan Espantaleon, Joaquín Roa, Tomas Blanco... El 9 de Febrero de 1952 repuso para elenco de todos una comedia: Mi cocinera. Como si de un estreno se tratara, el publico acudió al "Talía" entusiasmado. La noche que se anunció la aparición de este divertidísimo juguete cómico (de Tristán Bernard, traducido a nuestro idioma por Antonio F. Lapina y Federico Reparaz), Paco consiguió al encamar magníficamente la grotesca figura del protagonista, una de sus inigualables creaciones. El graciosísimo actor "se volcó" hasta conseguir, con acoplo de sus originales e inagotables recursos, que su interpretación superase en ingenio, regocijo y naturalidad, a las anteriores. Con la mejor fortuna contribuyó a la desbordante diversión del público la extraordinaria actriz de carácter Adela González. Con ambos citados comediantes compartieron las ovaciones los actores Tina García Vidal, Merceditas Barranco, Rosita Mateu, Aurelio Pardo y Manuel De Abella. Esta obra la repuso después de haber conseguido un gran éxito tras la comedia Luna de miel para cuatro. En 1950 Don Paco decide junto con otro compañero comprar un teatro, ese compañero era Ignacio Ferres Iquino, antiguo director de sus películas de los 30 y 40. Compran un viejo cine en el cual se emitían películas de emisión continua. Ese teatro estaba hecho polvo: como mote cariñoso al viejo Talía lo llamaba “la barraca”, pero él quería formar un teatro enorme justo a sus condiciones como actor. En 1955 logra comprar la parte de su socio por dos millones de pesetas y así se convierte en dueño de su propio teatro. Eso sí, nunca jamás Ignacio Ferrés Iquino le vuelve a dirigir la palabra.

Durante los primeros 60 y durante varias temporadas, el que ya le diera trabajo en su compañía, el famoso actor Rafael López Somoza, se queda sin compañía. Don Paco, al verlo así lo contrata para su compañía haciéndole un favor, hasta 1979 cuando fallece Rafael López Somoza.

También nos sorprendió el día que estreno La tía de Carlos. El juguete de Brandon Thomas sirvió para que Paco Martínez Soria volviese a triunfar, una vez más sobre el tablado. Se apoyaba fundamentalmente sobre el alarde, la exhibición, el despliegue de facultades de un actor cómico La doble impostura de un hombre vestido de mujer, sin caer jamás, ni en un solo momento en el truco fácil y reprochable del afeminamiento, todo eso y más, con un concepto modernísimo y altamente loable de lo que debe ser una reposición de este carácter en un escenario de ayer. Y que nos demostró, una vez más, la importancia que encierra el oficio denominado y con razón,"el arte de hacer comedias".

Ya en los años 70, siguió trabajando en el teatro, compartía afición con el cine ya que también lo catapultó a la fama. En un recorte de prensa del 8 de noviembre de 1974 nos venia un anuncio de una obra suya y nos decía así: 

“Teatro Talía (Telf. 241-14-47) Aire acondicionado. Hoy 6'15 y 10'45. Compañía Paco Martínez Soria en "Te casas a los 60... ¿Y qué?” de Dionisio Ramos. ¡Se reirá como siempre pero este año... muchas mas veces! (autorizada mayores de 14) Localidades a la venta con 5 días de antelación. Aviso lunes y martes no hay funciones. "Te casas a los 60... ¿Y que?.. de Dionisio Ramos. Con Paco Martínez Soria e Isabel Pradas. Reposición. Un sexagenario se casa y no tiene hijos. Un día se le presenta una hija natural.” 

En el año 1975 cuando rodó la película "El alegre divorciado", también estrenó una divertida comedia en el teatro "Talía", titulada ¡Que se deja usted el paraguas!". A partir de este momento vimos un Paco Martínez Soria más maduro, pero con la misma gracia de siempre; un poco más mayor, pero con sus mismos gestos con los que siempre nos levantaba una sonrisa.

Llegados a los 80, decía que mientras la gente lo quisiera seguiría al pie de del cañón, que todavía se sentía útil... y así nos lo demostró: en su última obra de teatro durante la última Navidad de año 1981 le pudimos ver trabajando en el teatro Apolo, con llenos diarios en la obra titulada ¡Qué mala sangre tienes!, y hasta el día de su fallecimiento estuvo ensayando la obra Guárdame el secreto, Lucas para presentarla en Castellón el 12 de marzo de 1982 y brindar a la feria de la Magdalena la ocasión de reír con él.